Espacio personal.

                     
                                                       


  1. ¿Acogerías refugiados de guerra en tu país?

En mi opinión, yo acogería a las personas que aún faltan por llegar a nuestro país por el compromiso adquirido de reasentamiento y reubicación y destinar los fondos suficientes para que esta acogida se haga en las condiciones necesarias conforme a sus necesidades y derechos. 
Yo concedería asilo mediante procedimientos individualizados, rápidos, juntos e eficientes, sea cual sea el país de origen o de llegada. Recibir a las personas que llegan con dignidad y respeto a sus derechos, independientemente de su estatus migratorio.
 Abordaría las causas estructurales y globales del creciente éxodo de hombres, mujeres, niños y niñas que abandonan involuntariamente sus hogares por la violencia, la guerra, la pobreza, la desigualdad o el cambio climático y posibilitar la integración, brindar soluciones duraderas y adecuadas para la acogida e integración de las personas migrantes y refugiadas en nuestro país. 

Más de 300.000 personas han cruzado el Mediterráneo desde enero en pos de una nueva vida en el Viejo Continente. La ruta migratoria del Mare Nostrum, en la que se embarcan familia enteras en botes de plástico, lanchas o barcos destartalados, se ha convertido en una de las más letales. Más de 2.500 personas se han dejado la vida en el intento. Ante las imágenes de los muertos que inundan los medios

Cuando un refugiado pide asilo entra en un proceso no solo administrativo, también de adaptación e integración al país de acogido. "Suelen recibir un permiso de residencia de seis meses que habitualmente se amplía, se les da alojamiento, asistencia sanitaria, psicológica y también formativa de tal manera que puedan aprender el idioma para incorporarse al mercado laboral", explica Otero. "La acogida en casas suele ser temporal y muchas veces las familias no saben cómo asistir específicamente las necesidades de estas personas". Es decir, por el momento es mejor esperar.
No solo se trata de comida y techo, como explican desde ACNUR, la integración requiere de un tipo de ayuda profesional concreta. Aún así, desde la institución reconocen que ante una situación de emergencia, este tipo de ofrecimientos bien coordinados podrían servir de ayuda. Sobre todo porque otro de los problemas que enfrentan quienes asisten a los refugiados es que mientras que en los últimos tres años el incremento de peticiones ha sido notable, la ayuda gubernamental no ha crecido a la par. "Esto ha supuesto que muchas de estas personas se hayan visto obligadas a realizar movimientos secundarios, es decir, trasladarse a otros países, o se encuentren en una situación de indigencia".

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha anunciado que pondrá en marcha un registro de familias que quieran ayudar a los refugiados, bien con alojamiento o con contribuciones materiales, además de otras iniciativas que se realizarán desde el propio consistorio. A la propuesta comenzó uniéndose la ciudad de Madrid y, por el momento, otros ayuntamientos como los de Zaragoza, Pamplona, Valencia, Málaga, A Coruña también se han sumado.

En cuanto al aspecto legal, “si se trata de refugiados o solicitantes de asilo están autorizados a permanecer en España. Por lo tanto, ellos pueden escoger entre permanecer en los centros de acogida u optar por otro lugar de residencia. Desde que estas personas solicitan el asilo, acogerlos sería perfectamente legal, ya que desde que presentan la solicitud tienen autorizada la permanencia durante el estudio de su expediente”, indican a El Confidencial fuentes de CEAR. El Estado español garantiza seis meses de asistencia a cualquier persona cuya solicitud de asilo se haya aceptado a trámite. Un total de 384 personas obtuvieron en 2014 el estatus de refugiado en nuestro país. Desde enero, la cifra de solicitudes se ha disparado hasta superar las 6.000, tantas como en todo el año pasado. En comparación, Alemania recibió 202.000, un 60% más que en 2013.

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